Una máquina puede ser una casa
~ Mónica Nepote
Notas
1 El performance, Una máquina puede ser una casa se presentó en 2023 en el Centro Cultural de España, como parte del ciclo Floresta Efímera, gracias a la invitación de Canek Zapata.
2 Es una edición limitada a 100 copias. Impreso en Sonido Berenice.
3 Las fotografías de Una máquina puede ser una casa que aparecen a continuación fueron tomadas por Alex Tapia.
1 El performance, Una máquina puede ser una casa se presentó en 2023 en el Centro Cultural de España, como parte del ciclo Floresta Efímera, gracias a la invitación de Canek Zapata.
2 Es una edición limitada a 100 copias. Impreso en Sonido Berenice.
3 Las fotografías de Una máquina puede ser una casa que aparecen a continuación fueron tomadas por Alex Tapia.
El lenguaje en sus múltiples formas gestuales, sonoras, escritas, dibujadas e imaginadas es la primera gran máquina y, a la vez, el ancla de la memoria socializada.
En un acto de hacer aparecer algunas de sus memorias, la autora nos deja una ventana por la cual nos permite asomarnos a contemplar las materialidades que las componen: una anécdota, un evento pasajero y una serie de sensaciones que se activan al leer. Al final de cuentas, ¿qué puede ser más inmersivo que imaginar lo que unx lee en tiempo real y con lujo de detalle? Mónica Nepote nos propone, aunque no de forma literal, al lenguaje como la primera teconología.
Una máquina puede ser una casa es un ejercicio mitopoyético que reescribe las voces anónimas detrás de las interfaces del lenguaje. En estas páginas se conjura un espacio intermedio entre lo real y lo soñado que, simultáneamente, deja que florezcan los brotes azarosos de quien las transita. Ya lo decía Ursula K. Le Guin al definir a la tecnología como: “la interfaz humana activa con el mundo material”. Al fin y al cabo, ¿no es el lenguaje una interfaz?
Doreen A. Ríos.
︎
(De venta en Glaciar, Casa Tomada y Volcana)
En un acto de hacer aparecer algunas de sus memorias, la autora nos deja una ventana por la cual nos permite asomarnos a contemplar las materialidades que las componen: una anécdota, un evento pasajero y una serie de sensaciones que se activan al leer. Al final de cuentas, ¿qué puede ser más inmersivo que imaginar lo que unx lee en tiempo real y con lujo de detalle? Mónica Nepote nos propone, aunque no de forma literal, al lenguaje como la primera teconología.
Una máquina puede ser una casa es un ejercicio mitopoyético que reescribe las voces anónimas detrás de las interfaces del lenguaje. En estas páginas se conjura un espacio intermedio entre lo real y lo soñado que, simultáneamente, deja que florezcan los brotes azarosos de quien las transita. Ya lo decía Ursula K. Le Guin al definir a la tecnología como: “la interfaz humana activa con el mundo material”. Al fin y al cabo, ¿no es el lenguaje una interfaz?
Doreen A. Ríos.
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(De venta en Glaciar, Casa Tomada y Volcana)